Entrevista con Elena Khabunova del Instituto Confucio de la Universidad de Costa Rica

 

Elena Khabunova es docente de mandarín del Instituto Confucio de la Universidad de Costa Rica y nos comenta su experiencia obteniendo el certificado para Profesores Extranjeros del Idioma Chino.

 

¡Felicitaciones por la reciente acreditación por el Centro de Enseñanza del Idioma y Cooperación (CLEC)! ¿Nos podrías contar en detalle sobre la certificación obtenida y su importancia en contextos educativos y profesionales?

 

EK: ¡Muchas gracias! El mes de abril fui acreditada con el Certificado para Profesores Extranjeros del Idioma Chino (际中文教师证书, llamado CTCSOL por sus siglas en ingles), emitido por el Centro para la Educación y Cooperación en Lenguas (CLEC), la institución oficial respaldada por el Ministerio de Educación de China. En otras palabras, la dicha certificación otorga un alto grado de legitimidad y reconocimiento internacional, especialmente en el ámbito de la enseñanza del chino, siendo la prueba de la formación académica a nivel requerido para la didáctica del chino como lengua extranjera.

 

¿Como fue el proceso para recibir el reconocimiento tan especial? ¿Cuáles fueron los principales aprendizajes y experiencias que obtuvo durante su formación?

 

EK: Este tipo de certificado generalmente se obtiene tras completar una serie de cursos online, videos y clases modelo, talleres de microenseñanza, dedicados a varios aspectos del idioma y la cultura china. Todo el material pasa la aprobación del CLEC está diseñado para consolidar conocimientos lingüísticos, resolver dificultades especificas (como el manejo de tonos, memorización de caracteres, etc.), adaptar contenidos a diferentes niveles y contextos. Es decir, a lo largo de esta preparación, uno recibe una experiencia formativa bastante profunda y práctica, aplicando más conciencia pedagógica, perspectiva intercultural y herramientas prácticas. Finalmente, se aplican un examen escrito y un examen oral o entrevista, que incluye simulación de clase, análisis didáctico y habilidades de comunicación, ambos exámenes se realizan de forma virtual sincrónica con requerimientos técnicos muy estrictos.

 

¿Cuáles fueron los mayores retos que enfrentó durante la preparación?

 

EK: Primero que todo, todos los cursos, material preparativo y exámenes requieren el dominio de terminología lingüística y didáctica en chino, lo que obviamente necesita un tiempo para preparación adecuada. En mi caso, la experiencia fue facilitada por la ayuda teórica y práctica de las docentes del Instituto Confucio, apoyo con el material didáctico proporcionado por ambos directores don Kuok Wa Chao y doña Mai Qiulin. Gracias a ambos, tuve la oportunidad de participar en los cursos de capacitación impartidos por la Universidad Pedagógica de Beijing en los meses de julio y diciembre del año pasado. A lo largo de los cursos, exploramos no solo aspectos lingüísticos, sino también estrategias efectivas para motivar y guiar a los estudiantes en su proceso de aprendizaje, permitiéndonos abordar el aula con mayor confianza, creatividad y sensibilidad intercultural.